RELACIÓN ENTRE DOLOR LUMBAR Y MUSCULATURA ESTABILIZADORA. PARTE I

Desde que el hombre pasó de la cuadrupedia a la bipedestación comenzaron los problemas relacionados con el dolor lumbar.

El reparto del peso sobre el cuerpo modificó las fuerzas que se aplican sobre éste. Con el paso del tiempo, el sedentarismo, las malas posturas y los malos hábitos, así como la necesidad de pasar muchas horas sentados en el trabajo, han hecho que los músculos dejen de realizar su funcionalidad principal y pasen a ser meros actores secundarios dejando el protagonismo a ligamentos, cartílagos y tejido conectivo.

Muchas personas aceptan el hecho de tener dolor de espalda, es algo a lo que están acostumbrados, y por más analgésicos, médicos, y otros remedios típicos comúnmente conocidos que se utilicen, nada alivia el dolor y el malestar.
Transverso
Mi pregunta es… ¿y si en vez de tratarlo con los remedios tradicionales, utilizamos la actividad física y pensamos en la distribución de las fuerzas musculares que actúan para estabilizar nuestra columna?
Debemos entender que el cuerpo humano funciona como un todo y no como una serie de músculo que actúan de forma aislada. La sincronización en la activación de la musculatura hace que mejore la coordinación y que las fuerzas generadas se repartan de manera eficiente para realizar los movimientos siguiendo patrones motores correctos.

 

 
La musculatura estabilizadora primaria de la columna se compone de dos músculos principales:
  • Transverso del abdomen
  • Multífidos
Los músculos secundarios y que ayudan a estabilizar la columna son el oblicuo interno, las fibras mediales del oblicuo externo y el cuadrado lumbar.
Multífidos

 

La verdadera estabilidad de la columna se logra con una buena funcionalidad de dicha musculatura, en la que se incluye el recto del abdomen, el cuadrado lumbar, el dorsal ancho, y los extensores de la espalda (longuísimo, iliocostal y multífidos). Centrarse en un solo músculo generalmente no mejora la estabilidad, incluso hace que se creen patrones incorrectos de activación. (Kavcic N, 2004).

 


La función de la musculatura abdominal es proporcionar soporte y limitar el grado de rotación del tronco. La rotación debe existir en la zona dorsal y en la cadera, no en la zona lumbar.

El músculo transverso es el más importante en la estabilización de la columna, ya que aumenta la rigidez vertebral, mejora el control motor del movimiento y proporciona estabilidad muscular a la columna (Hodges, 1996) (Sheeran, 2012). Al ser el músculo más profundo de aquellos que forman la pared abdominal, si no se entrena específicamente no se activa de forma correcta, esto implica que no ejerza adecuadamente su función,  pudiendo llegar a causar fracturas en las apófisis transversas de las vértebras en las que se inserta (Barker & Freeman, 2010). Sin embargo, después de realizar una revisión bibliográfica sobre más de veinte artículos, sacamos como conclusión que el estímulo de activación del transverso en personas con dolor en la parte baja de la espalda, también llamado Low Back Pain (LBP) es retardado, es decir, el transverso necesita mucho tiempo para activarse, lo cual hace que dichas personas posean patrones motores ineficientes y no exista coordinación inter e intramuscular.

Los autores han mostrado dichos resultados gracias a diferentes técnicas de análisis, como son la resonancia magnética, la ecografía y la electromiografía (Marshall, 2010) (Lamoth, 2006).

En todos los estudios, los pacientes con dolor en la parte baja de la espalda tienen iguales niveles de activación muscular en zona lumbar en relajación que personas sin dolor lumbar. La diferencia se produce cuando otro músculo se contrae y deben relajar la espalda baja. El hecho de no poder relajar esta musculatura y de mantenerla en contracción hace que se sobrecargue y que produzca dolor. Este déficit de coordinación intramuscular es corregible gracias al entrenamiento y está en manos de los especialistas del sector de entrenamiento deportivo el proporcionar las herramientas necesarias a la población que sufre este tipo de patologías (Kravitz, 1981)  (Dankaerts, 2006) (Pinto, 2011) (Clark, 2005).

Para saber como entrenar esta musculatura lee la parte II de este artículo.

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Post escrito por Mercedes Posada.