ME HE LESIONADO LA RODILLA, ¿CUÁNDO PODRÉ VOLVER A CORRER?

Las lesiones de rodilla son comunes en la práctica deportiva, siendo una de las más comunes que encontramos. Y es que, a tu rodilla, se le considera una articulación con cierta vulnerabilidad ya que por un lado debe soportar cargas de compresión y cizalla, su congruencia articular es algo peculiar y su brazo de palanca son muy largos.

Lesiones cómo la rotura de ligamento cruzado anterior (LCA a partir de ahora) ocurren con asiduidad anualmente, acumulando un proceso de recuperación que, si queremos trabajar por recuperar adecuadamente nuestra rodilla, se prolongará bastante en el tiempo.

Una de las principales preguntas que nos hacen cuándo comenzamos un periodo de recuperación de esta lesión (rotura LCA) es, ¿cuando volveré a correr?

Esta pregunta no tiene una respuesta concreta, de hecho, si alguien os la da con fecha exacta desde un inicio, ¡tratad de corred insensatos! Sintiéndolo mucho, no se puede decir otra respuesta que un gran DEPENDE (si, has tarareado a Pau Donés).

Una revisión de alcance del grupo de Rambaud, A. y cols. (2018) con más de 200 artículos analizados al respecto nos recomienda que para enfocar adecuadamente esa vuelta a la carrera tras una lesión de LCA deberíamos no sólo pensar en criterios temporales (los estudios suelen fijar una fecha de 12 semanas postoperatorio para iniciarse en la carrera) sino combinar estos criterios clínicos con criterios basados en rendimiento y fuerza.

¿Qué criterios debería seguir para tener más garantías de una adecuada vuelta a la carrera?

No sólo del criterio clínico vive nuestra profesión, puesto que una lesión suele conllevar adaptaciones en nuestro organismo y debemos tener los mejores indicativos posibles para recuperarnos con garantías.

Rambaud, A. y cols (2018) nos recomiendan tratar de cumplir en la mayor medida posible estos principios para poder iniciarnos en la carrera tras la operación:

– Comenzar en el periodo entre 8-12 semanas postoperatorio: el factor tiempo está, pero no todo el mundo podrá correr a la 8ª semana, no tengas prisa, cuida el resto de criterios, tu rodilla te debe aguantar toda tu vida.

– Patrón de carrera correcto: dentro de la individualidad, una adecuada técnica nos ayuda a una transmisión más eficiente de fuerzas. Sé que te seduce correr como Phoebe en Central Park, pero lo adecuado es que aproveches para mejorar tu relación con la carrera.

– Control de la estabilidad monopodal en planos frontal y transversal: ser capaces de estabilizar dinámicamente en diferentes planos en totalmente necesario ya que correr en una sucesión continuo de estos apoyos monopodales.

– Rango de movimiento del tobillo decente: no hace falta que busquemos la perfección (los estudios difieren y atienden a la realidad interpersonal) pero si unos valores de referencia adecuados. Prueba a poner la punta del pie a unos 10 cm de la pared y lleva la rodilla hacia la pared (dirígela a dónde apunta tu dedo gordo del pie), si eres capaz de tocar la pared sin levantar el talón, puedes pensar que tu flexión dorsal es decente.

– Iniciado en trabajos de aterrizaje, desaceleraciones y pliometría: esa carrera es una sucesión de apoyos monopodales como decíamos antes, y antes de acelerar, lo mejor es aprender a frenar. Este trabajo lo habremos presentado previamente en nuestra recuperación para asegurarnos de que absorbemos y aplicamos bien la fuerza contra el suelo.

– No hay dolor, no tenemos miedo: el plazo de recuperación lo marcas tú, debes tener confianza en el proceso, no por que nosotros nos queramos poner la capa de super entrenador para salvarte la rodilla, si no estás confiado en que es el momento de empezar a correr, sigamos trabajando para mejorar esa seguridad.

– Rango de extensión de rodilla completo y de flexión <95%: estamos hablando de la rodilla, siempre debemos tener en cuenta si sus grados de movimiento se han recuperado previamente y gracias a la ayuda de tu fisioterapeuta.

– Si hay posibilidad, aprobación médica: esto no siempre se podrá dar, pedir cita, disponibilidad, etc. son problemas habituales a los que nos enfrentamos. En caso de tener la posibilidad, si el traumatólogo nos da el visto bueno, ¿a qué respirarás más tranquilo/a?

 

Estos criterios son una ayuda para que tengas mayores garantías de que volver a correr es lo más seguro posible, aunque, como ya os hemos hablado en entradas anteriores, una lesión no es 100% prevenible. Si tu lesión no es una rotura de LCA, piensa si cumples estos criterios, seguro que te ayudan a tener mayor confianza para correr y disfrutar de ello nuevamente.

¿No sabes como enfocarlo? Para eso estamos nosotros, en ENSA disponemos de un equipo de fisioterapeutas y entrenadores que cuidarán de ti, diseñarán adecuadamente tu plan de recuperación y te guiarán en el proceso, you’ll never run alone.

 

Rambaud AIM, Ardem Cl, Thoreux P et al. Criteria for return to running after anterior cruciate ligament reconstruction: a scoping review. BR J Sports Med 2018;52:1437-1444