Cada vez son más los casos de osteoporosis, ya declarados o en una fase inicial (osteopenia), que podemos encontrar en nuestra sociedad. Y como no, también más son los casos de personas (principalmente mujeres) que nos encontramos día a día en nuestro lugar de trabajo. Por lo tanto es un grupo muy importante a tener en cuenta a la hora de planificar y diseñar los entrenamientos, porque son un mercado cada vez mayor y debemos estar preparados para afrontar las diferentes características y circunstancias especiales que dicha patología conlleva.
A continuación, en este primer post sobre dicho tema trataremos de explicar de forma fácil y sencilla de comprender, cuales son los aspectos más importantes de la Osteoporosis. Consideramos que son muchas las personas que se enfrentan día a día en el ámbito fitness a esta patología pero ni siquiera saben exactamente cómo y por qué se produce, grave error, ya que el mismo conocimiento de la patología puede darnos las claves para poder desarrollar programas para afrontarla con garantías y sin riesgos creando los estímulos adecuados.
La Osteopenia/osteoporosis es una patología ósea en la cual la persona que la sufre, tiene un déficit de producción de tejido óseo en comparación con el nivel de reabsorción del mismo (Ratio de producción es menor que el del deterioro). Esto se traduce en un constante deterioro de la microarquitectura del hueso, haciendo que este sea más frágil a medida que este se va degradando.
Podemos destacar cuatro puntos clave a la hora de definir la patología:
– Es sitémica (afecta a todo el cuerpo).
– La bajada de la densidad mineral ósea (DMO) es importante pero no el único factor.
– Existe una pérdida de la integridad estructural traducido en deterioro de la microarquitectura ósea.
– Uno de los principales riesgos es la fragilidad ósea, ya que cuanto más avance esta patología más probabilidades existe de producirse una fractura ósea.
La descompensación de la que hemos hablado anteriormente se debe en parte a que el nivel de trabajo de los osteoblastos ( células óseas productoras de matriz ósea) comienza a ser menor que el nivel de trabajo de los osteoclastos (células óseas que degradan la matriz ósea).
De manera normal, la producción de masa ósea por parte de los osteoblastos siempre se suele mantener mayor que la resorción por parte de los osteoclastos. Pero a medida que la edad avanza y empiezan a aparecer cada vez más factores que pueden favorecer la aparición y el avance de esta patología, los osteoclastos se hacen fuertes y el nivel de producción de los osteoblastos ya no es lo que era, traduciéndose así en un descenso de la DMO, todo esto hablando de manera fácil y clara para poder comprender este proceso sin dificultad.
Hoy en día se tiene claro que uno de los principales mecanismos para la producción de masa ósea es el hecho de que existan tensiones, tracciones, mecanismos de torsión e impacto en el sistema óseo y es en esos sitios donde los osteoblastos realizan un mayor trabajo para reforzar la zona creando así un hueso más fuerte. (Primera banderita roja a tener en cuenta para planificar con una persona con esta patología.)
Para poder detectar si padecemos dicha patología existen varios métodos aunque ahora el más utilizado es el análisis DXA, o para que lo entendáis, un escáner corporal que evalúa la DMO de todo el cuerpo. Pero son dos los datos que se vienen a sacar y a analizar de dicho análisis y se tienen como referencia:
– La densidad en las últimas vertebras lumbares y sacro.
– La densidad en el la zona de la cabeza y cuello del fémur.
CLASIFICACIÓN DE LOS DATOS SEGÚN LA OMS.
Según la OMS la posible clasificación de la Osteoporosis se determina principalmente mediante un análisis DXA, que consiste en una prueba similar a la radiografía, pero sin usar tanta radiación como en ésta, tras la cual se obtiene una serie de resultados que en comparación con los datos de una población joven y sana, aparece el T-score, medida de referencia para clasificar dichos datos de la siguiente manera:
– DMO con un resultado de hasta -1.0: Normal.
– DMO con un resultado entre -1.0 y -2.5: Osteopenia. Pérdida leve de DMO.
– DMO con un resultado mayor que -2.5: Osteoporosis.
Obviamente las personas que tienen Osteopenia poseen un riesgo menor de fractura que aquellas cuyos datos se clasifican de Osteoporosis. Pero si siguen experimentando una pérdida de masa ósea, las probabilidades de fractura aumentarán de la misma manera.
Cabe resaltar una última clasificación que se denomina “Osteoporosis Establecida” que se impone cuando ya la enfermedad ha causado una fractura ósea.
En la siguiente publicación, profundizaremos en todo lo que se puede encontrar en la literatura científica respecto a entrenamiento y osteoporosis, donde sí que podremos mostrar todas aquellas banderitas rojas para tener en cuenta a la hora de planificar.
Post escrito por: Javier Quero